El océano y sus salvajes olas son el tesoro más preciado. Desechos, aguas residuales, productos industriales, químicos… todo ello está terminando en los mares, a menudo, sin que nadie escuche nada al respecto. Sin embargo, hay quienes observan, sufren y sienten la contaminación día a día: los surfistas. El agua es su vida, y están aquí para protegerla.
Este amor y dedicación les llevará a unirse y organizarse para salir a investigar y buscar las fuentes de esa contaminación. Hablan con las personas involucradas, políticos e industria. Inician estudios y fomentan una mejor educación medioambiental.
Quieren volver a surfear sobre olas blancas de nuevo, y no van a parar hasta conseguirlo.