El cine Duque de Alba es la última ‘sala X’ que queda a día de hoy en Madrid. Rafael, el proyeccionista, trabaja a diario para hacer del local un sitio más agradable. Pinta a mano los carteles que anuncian las películas, coloca flores y plantas en el exterior, acondiciona la entrada... Ahora, Rafael debe enfrentarse a un problema, Luisa, la taquillera con la que trabaja codo con codo desde hace treinta años, está a punto de jubilarse.