El documental es un grito hacia el mundo de la cultura de esas voces que habitualmente no
son escuchadas. Voces como las de Diego y Chechu, que forman parte de una compañía
inclusiva compuesta por personas en riesgo de exclusión social. También es la historia de
Virginia, a la que la pintura le cambió la vida. O la de Javier, profesor de danza y bailarín
profesional de una compañía inclusiva. Es la voz de Silvia que le apasiona su trabajo como
guía cultural en el museo Sorolla, pero que desea ganarse la vida, algún día, con su verdadera
vocación: escribir poesía. Y, por supuesto, la de Guille, el eterno observador que va tejiendo
estas historias a través del objetivo de su cámara.
Todas ellas son personas con discapacidad intelectual que cada día están un paso más cerca
de la inclusión social, pero a las que les hace falta oídos que quieran escucharlas.
Es un proyecto de FEAPS Madrid y Fundación Repsol.