Lo que bebemos en un vaso de Jerez no es tan solo la fruta y su fermento, es también el peculiar
sabor de un sitio en el que los dioses han sido invitados y han encontrado su hogar: Jerez, en el
Sur de España, donde el vino se lleva haciendo desde hace 3.000 años, es un lugar de historias,
leyendas, y, sobre todo, misterios. Y entre todos los misterios, el de un vino mágico: el Palo
Cortado.