Durante tres siglos y medio el enigma de Las Meninas ha permanecido oculto. ¿Podremos resolver su misterio?
La trama arranca en la desaparecida ‘Sala de Las Meninas’ del Museo del Prado, escenario donde por primera vez se nos escenifica el cuadro como un “crimen perfecto”. Allí, frente a la pintura, se ubicó durante décadas un espejo que ofrecía una peculiar visión de la obra cumbre de Diego Velázquez. ¿Qué pasa en esa habitación? Los personajes del cuadro, magistralmente retratados, parecen estar vivos, acompañados por el propio pintor, que se ha colado como un habitante más del lienzo. ¿Cómo distinguir la realidad de la ficción?
Todo lo que vemos representado en Las Meninas existió alguna vez en un pasado remoto. Es casi inevitable confundir esta pintura con una fotografía, una instantánea de un tiempo perdido. ¿Quiénes son? ¿Por qué están allí? ¿Qué está sucediendo? Preguntas que nacen una y otra vez en la mente de cada espectador.
Todos pasamos delante del cuadro y nuestras interpretaciones van siendo sustituidas por otras nuevas. Las Meninas son como un espejo de infinitos reflejos. La historia de esta pintura es, en realidad, la historia de todos y cada uno de sus espectadores.
EL CUADRO es una película que juega a reinterpretar Las Meninas, a reflexionar sobre cómo representamos la realidad mediante imágenes y, finalmente, sobre nuestra obsesión por atrapar con ellas la fugacidad del tiempo.