Al borde de la carretera Transbrasiliana que atraviesa la Amazonia brasileña, Edna es testigo de una tierra en ruinas construida sobre masacres. Criada solo por su madre, experimenta en su cuerpo y en el de sus descendientes las marcas de una "guerra que nunca termina", una guerra por la tierra. A través de su diario, la película construye una narración híbrida entre la realidad y lo imaginario.