En 1996, Pablo Llorca hizo una larga entrevista a Guillermo Pérez Villalta acerca del agua, las arquitecturas hidráulicas y el Mediterráneo, en general. A causa de la humedad y de la fragilidad del soporte, las cintas se borraron enseguida. Y solo durante el confinamiento, en 2020, Pablo Llorca descubrió que la imagen y el sonido habían vuelto a aflorar. Entonces, a lo largo de dos años, se dedicó a la tarea de recopilar las imágenes que servirían de ilustración y complemento a las palabras del artista, que de manera elocuente habla de la Alhambra, los lavaderos de Ocaña, las arquitecturas fálicas de Ledoux, y muchos otros temas.