Hoy es el último día de su vida y lo sabe a pesar de encontrarse más fuerte y saludable que nunca. Satché acepta su prematura muerte caminando a través de las calles de su Senegal y encontrándose con su pasado como si fuera la última vez que se reencontrará con él, escuchando una y otra vez el mismo reproche: ¿por qué quedaste en América donde seguro, tendrías un futuro por delante?