La nouvelle vague nunca hubiera sido una nueva ola sin el cine de Agnès Varda y, particularmente, sin su icónica Cleo; esta exquisita reflexión sobre la vida, el amor, la belleza y la muerte fue nominada a la Mejor Película en el Festival de Cannes de 1962.
Exquisita reflexión sobre la vida, el amor, la belleza y la muerte fue nominada a la Mejor Película en el Festival de Cannes de 1962.