Gilles Peterson afronta un documental explorando la rumba cubana. El más reciente capítulo de la longeva relación entre Gilles Peterson y la música de Cuba es undocumental dirigido por Charlie Inman donde el productor británico explora las raíces de la rumba cubana. Creado en torno a diferentes entrevistas con las figuras clave del género, pertenecientes adinastías ancestrales de la música en la isla, ofrece una inmersión que va de la tradición de este ritmo, -cuidadosamente preservada-, a la irremediable innovación.

En la película se traza la evolución histórica de la clave, desde el toque de tambores que las comunidades esclavas utilizaban como ritual espiritual hasta losmúsicos y bailarines que han preservado la tradición del género para llegar hasta los jóvenescreadores que ha conseguido actualizar este sonido, modernizando elementos. La historia de la rumba, indisolublemente unida al comercio esclavo, conecta la música de la costaoccidental africana con diferentes estilos musicales hispanos. Las raíces de este género se debenrastrear en el Congo, Nigeria, Benin y Camerún y en instituciones religiosas como Ifa, Ekpe y Nkisi quehan derivado en Cuba en Lukumi (santería), Palo, Abakua y Arará. Por definición, la religión y las relaciones sociales instituidas por la diáspora africana han creado una conexión, única pero compleja, que resuena tanto en los ritmos de raíz como en la música club contemporánea.

El documental ha sido producido en colaboración con la destilería de ron Havana Club que impulsó la plataforma Havana Cultura para promocionar la cultura cubana. Este largometraje es la continuación de una fructífera relación, que dura ya 6 años, y que ha tocado diferentes aspectos devital importancia en la cultura musical de Cuba.