En La rabbia (1963) Pasolini partía de los boletines de noticias de Mondo libero de Gastone Ferranti y de material de archivo encontrado en Checoslovaquia, la Unión Soviética e Inglaterra para analizar, de manera lírica y polémica, los fenómenos y los conflictos sociales y políticos de la época. Mientras trabajaba en la película, el productor decidió recortar la película de Pasolini para añadir una segunda parte que aportara un punto de vista de derechas. Así es cómo Pasolini renuncia a la primera parte de su película para hacer hueco a otro episodio dirigido por Giovanni Guareschi. Esta película de Bertolucci reconstruye y devuelve a la obra de Pasolini las connotaciones del original, partiendo del texto del poeta.