Unos adolescentes se apean en una estación de tren en medio de ninguna parte. Allí los recoge un automóvil y son conducidos a una mansión. Los chicos son alumnos de una escuela de hostelería y han sido escogidos con ocasión de la comida de gala que cada año celebra la adinerada anciana y señora de la casa, para servir junto al avezado servicio habitual.