El cineasta Alex Gibney, ganador de un Oscar, pone al descubierto el abuso de poder de la Iglesia Católica y la red clandestina que se desliza entre las filas de casas en Milwaukee Wisconsin, a través de los vacíos coros de las iglesias de Irlanda, hasta llegar al más alto despacho del Vaticano. Investigando los crímenes secretos de un carismático sacerdote que abusó de más de 200 niños sordos en la escuela que dirigía, el filme muestra la cara maligna que se esconde tras las sonrisas y las negaciones de las figuras de autoridad e instituciones que pensaron que porque representan al bien, no pueden cometer el mal.
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